Grandes oportunidades.

Querida amiga, en rebajas las tiendas son una locura. La ropa se amontona y los carteles de descuento son invitaciones a gastarte el poco dinero que llevas encima. Pero a nosotras siempre se nos ocurre lo mismo. Vamos y nos fijamos en él, sí, en él, en el jersey de la estantería en la que hay un cartel grande que pone “Avance de temporada”. No está rebajado, pero no importa. Lo vemos tan ideal que estamos dispuestas a gastarnos todo nuestro dinero en él. Enseguida lo cogemos, pensamos con qué y para qué nos lo pondríamos. Casi configuramos nuestra vida con él. Buscamos nuestra talla y…. ¡No! Aún no te has podido hacer a la idea de que no te lo podrás llevar a casa, y tus amigas ya te están enseñando otros para que consigas olvidarte de él. Sin embargo, después de haberlo visto, ya no hay otra cosa que te convenza. Entonces, aún con un ápice de esperanza, te acercas a la chica de la tienda, le preguntas por tu talla y escuchas eso que nunca habrías querido escuchar: “El último se lo ha llevado esa chica”. Todo tu odio se localiza en ella. Lo lleva en la mano, y tú eres capaz de pasarte toda la mañana persiguiéndola hasta que lo suelte, por si se cansa de él . Pero lo que no sabes, o no quieres saber, es que ellos ya tienen planes juntos. A partir de ahí todo cambia. Todos los días te levantarás maldiciendo a aquella chica. ¿Obsesión? No creo… Simplemente necesitamos tener nuestra cabeza ocupada hasta encontrar otro jersey en las próximas rebajas. Cruzaremos los dedos para que en esa ocasión seamos nosotras esa chica que se lleva el último chico, digo, jersey de sus sueños.